Por supuesto, si el niño ha recibido violencia física, emocional o sexual de un progenitor, este puede perder la custodia. En estos casos de extrema gravedad, podría llegar a perder la patria potestad.
El padre o la madre no serán aptos para cuidar de sus hijos, si abusan de drogas o alcohol y puede demostrarse que el consumo de esas sustancias afecta al cuidado de sus pequeños y a la estabilidad física o emocional de los menores.
Hay sentencias que han retirado la custodia al padre o madre custodio por utilizar a los hijos en contra del otro, y vulnerar así los derechos de sus niños. Estos menores padecen el síndrome de alienación parental (SAP), un trastorno mental provocado por la instrumentalización emocional del pequeño por parte de uno de los progenitores en contra del otro. En estos casos, la custodia puede ser retirada.
Si el padre o la madre que tiene la custodia se traslada a otro lugar de residencia (por trabajo o cualquier otra causa) y la vida de sus hijos cambiará de forma sustancial, el otro progenitor podría pedir la custodia y serle concedida, porque lo que se busca es la estabilidad de los menores (no variar de colegio, de amigos, de ambiente, etc.).
Cómo se retira la custodia a un padre o una madre
Retirar la custodia del niño al padre que la tiene asignada es un asunto delicado y complejo. El proceso debe hacerse con las debidas garantías y pensando siempre en el interés de los menores y en proteger su derecho a estar con sus padres.
Deben intervenir los servicios sociales, psicólogos y otros profesionales afectos al juzgado que, tras entrevistarse con todas las partes implicadas, puedan llegar a una evaluación sobre si la relación paternofilial es beneficiosa o perjudicial para los niños. Además, hay que tener pruebas que demuestren la ineptitud del custodio y también conviene tener testigos. Tras examinar todo, el juez decidirá si modifica las condiciones de guardia y custodia y emitirá una sentencia.
¿Es irreversible la retirada de la custodia?
Quitar la custodia a un padre o una madre no es una decisión irreversible. El hecho de que unas determinadas circunstancias lleven a quitar la guarda de los hijos a uno de los padres no implica que, pasado el tiempo, y modificadas las condiciones, el progenitor no pueda ver cómo se le reintegra.
Desde Pedro Rojo Piqueras Abogados os asesoramos con cualquier trámite de divorcio o custodia de hijos. Lo más importante para nosotros es que nuestros clientes queden satisfechos.